En esta ocasión, se trata de PIGMEOS. No es de lejos, de los más populares, pero si lo suficientemente entretenido, como para dedicarle una reseñita.
Divertidas tardes nos ofreció este sencillo, pero divertido juego, en el que debemos ser los más rápidos en localizar el ídolo de oro y devolverlo a nuestra tribu, evitando que nuestros rivales, nos lo roben por el camino.
UN POCO DE HISTORIA
La empresa FEBER, viendo el éxito que habían obtenido con su división de juegos de mesa, logrando algunos buenos productos como, El Enigma de la Pirámide, La Mansión de los Fantasmas y El Túnel del Tiempo, entre otros, decidió explotar aun más la gallina de los huevos de oro y decidió crear un apartado de "juegos de viaje".En esta variante podemos encontrar, algunos de sus éxitos de edición grande y algunos cuantos juegos originales.
De los juegos originales que crearon para este formato, los mejores sin lugar a dudas fueron, El Tesoro del Pirata y la Isla del Diablo, que podéis encontrar reseñados en este mismo blog.
Pero aparte de esas dos joyas, sacaron algunos más, que sin tener tanta repercusión, si que eran los suficientemente divertidos, como para ver mesa habitualmente, en las sesiones de tarde veraniegas.
Uno de estos fue PIGMEOS.
¿DE QUE VA ESTO?
Pues muy simple y sencillo, ser los primeros en localizar el ídolo de oro y llevarlo hacia nuestro poblado, evitando a los demás rivales y venciendo-los en duelos, cuando se tercie.
¿Y COMO LO HACEMOS?
Pues para eso tenemos nuestro dado y la suerte, que nos permita ir más rápido que nuestro rivales, en llegar al centro de la selva escondida, tras una cordillera.
Detrás de estos talismanes podemos encontrar varias fetiches, que nos proporcionaran la habilidad de poder volver sobre nuestros pasos hasta el poblado, cosa que facilitará el regreso, evitando que demos excesivos y peligrosos rodeos.
También podemos encontrar un par de estatuillas malditas, que nos dejaran un par de turnos sin poder movernos y como no, el deseado ídolo dorado que todos persiguen.
Si tenemos suerte y encontramos donde se esconde el ídolo, debemos poner pies en polvorosa, para regresar a nuestro poblado.
Como no puede ser de otra forma, una vez localizado y mostrado el ídolo, nuestros rivales intentaran arrebatárnoslo y para eso, simplemente deben atraparnos y retarnos a duelos.
¿Y COMO SON LOS DUELOS?
Pues bastante similares a los de juegos como La Mansión de los Fantasmas, es decir, escogeremos un arma y en la misma tarjeta nos indica a cual gana. Si sacamos la misma arma y provocamos un empate, iremos realizando duelos, hasta que uno gane o nos quedemos sin armas.
Ojo, que ir por la selva sin armas es muy peligroso y alguna vez, tendremos que hacer un alto en la persecución y re-abastecernos en la frontera. Al igual que un cambio de ruedas en la F1, debemos escoger el mejor momento para hacerlo y no dar excesiva ventaja al portador del ídolo.
¿OTROS FACTORES?
También existen unas piedras rojas durante el camino, que al caer en ellas, nos ofrecerán unas cartas que pueden beneficiarnos o no y que añadirán un poco más de incertidumbre al juego.
Estas cartas nos permitirán coger armas adicionales o perder-las, robar las de nuestro compañero de la derecha o dárselas al de nuestra izquierda, ademas de soltar el ídolo y alejarnos de el, entre otras perrerías y pruebas de mímica o de preguntas.
VALORACIÓN FINAL
Pigmeos es un buen juego, divertido y entretenido, dirigido al publico infantil, pero que tampoco aburrirá a ese padre, que tengas ganas de un poco de nostalgia lúdica, recordando esos veranos de los años 80.
Aún así, no es muy recomendable realizar demasiadas partidas, pues su simpleza se hace evidente y cansa un poco.
Como digo, al igual que todos los juegos FEBER, perfecto para introducir a los mas pequeños a los juegos de mesa y pasar un buen rato, sobretodo a 3 o 4 jugadores.
VALORACIONES
ORIGINALIDAD: 6
COMPONENTES: 6
DIVERSION: 7
REJUGABILIDAD: 6
TOTAL: 6.5
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