Con esta, llegamos a la última reseña que realicé en la etapa de la BSK, sobre juegos de los años 80, tanto de CEFA como de FEBERJUEGOS, y que he estado recuperando estos días, para que llegarán a gente que no tuvo la oportunidad de leerlas en su momento.
Todavía quedan muchos juegos de esa época por comentar, como El Tesoro del Pirata o El Túnel del Tiempo, ambos de FEBERJUEGOS y que prometo que verán su reseñas y podréis leerla en este blog. De momento espero que disfrutéis de este PERGAMINO SECRETO.
RESEÑA EL PERGAMINO SECRETO
Hace ya bastante tiempo desde mis reseñas de los juegos La mansión de los Fantasmas y El enigma de la Pirámide.
Hoy vuelvo un poco a la carga, con otro de los juegos míticos de la desaparecida línea de juegos de mesa de la empresa española FEBER.
El juego que nos ocupa hoy es EL PERGAMINO SECRETO. En esta aventura FEBER nos llevaba a la ambientación de los caballeros de la mesa redonda junto con el Rey Arturo.
Creo que el Pergamino Secreto (PS desde ahora), fue el tercer o cuarto titulo de la serie y que en su desarrollo bebía de algunas de las mecánicas, que habían iniciado su aventajado hermano, La mansión de los Fantasmas, pero sin tanta inspiración.
Desde luego, para aquellos que en esos tiempos teníamos entre los 8 y 10 años, (edito a principios de los 80) el juego nos entraba por los ojos. Su caja era majestuosamente enorme y las ilustraciones de la misma nos transportaban a un mundo mágico. En las estanterías de las juguetearías, teníamos a los 4 grandes, Enigma de la Pirámide, La mansión de los Fantasmas y El Túnel del Tiempo, había que escoger solo uno (eran juegos bastante caros para la época y los papas no estaban muy por la labor de gastar demasiado dinero), nos pasábamos minutos, horas, catatónicos delante de la estantería para decidir cual nos llevábamos a casa.
Eran otros tiempos, y la variedad en los juegos de mesa no era tan amplia como la de los recientes años y las consolas de videojuegos todavía estaban muy lejos de los bolsillos de la mayoría de los españolitos.
Quien os escribe estas líneas, en esa época solo pudo tener en propiedad El Enigma de la Pirámide, y jugué a los demás títulos en casas de amigos o familiares. Hoy en día y gracias a Ebay y otras páginas, he tardado algunos años, pero he conseguido reunir en mi juegoteca los 4 fantásticos de FEBER y alguno que otro más.
Pero dejémonos de chácharas y vamos a analizar el juego en si, y a ver que nos ofrece.
MECANICA Y DESARROLLO
Como diría WKR, el mecanismo del juego es más sencillo que el diseño de un botijo. Se trata nuevamente y como viene siendo habitual en los juegos FEBER, de una oca más desarrollada.
Con la excusa de la fantástica ambientación de los Caballeros Artúricos de fondo, nuestra misión es encontrar un pergamino secreto, escondido dentro de un cofre, situado en unas ruinas en la parte más profunda del bosque. Una vez encontrado, debemos llevarlo a Camelot.
Por el camino nos encontraremos con algunos enfrentamientos ( no muchos la verdad) en los que con algo de suerte conseguiremos la victoria y continuar nuestro avance.
El sistema es muy simple y bebe del mismo mecanismo que ya vimos en el juego La mansión de los Fantasmas.
Tenemos dos tipos de cartas, las de pasos y los desafíos. Empezaremos con 3 cartas de pasos en las manos y a medida que las vayamos utilizando cogeremos más. En estas cartas de paso, nos viene el número de casillas que deberemos avanzar.
Cartas desafío y Pasos.
Una vez nos encontremos con algún enfrentamiento, deberemos escoger entre uno de los tres amuletos que tenemos a nuestra disposición, concretamente, una hacha, una espada y un escudo.
Giraremos una carta de enfrentamiento y la misma nos dirá con que amuleto ganamos el desafío y lo que nos ocurre si lo perdemos.
Como veis exactamente lo mismo que en La mansión de los Fantasmas.
Y esto es toda la mecánica del juego.
Cartas de Desafío Cartas de Pasos
RESULTADO Y VALORACIÓN
Desgraciadamente los chicos de Feber, no se inspiraron demasiado ni tampoco se lo curraron mucho para desarrollar este juego.
Da la sensación que aunaron todos sus esfuerzos en la ambientación y construcción del tablero, personajes y objetos para dejar de lado el mecanismo de juego y calcarlo de otros éxitos anteriores.
La verdad es que el juego, viendo la caja y sus componentes prometen más de lo que realmente ofrece.
El juego se convierte en un corre que te pillo, a ver si llego yo antes (incluso gana un poquito si cambiamos las cartas de pasos por un dado).
Los enfrentamientos, que es el único momento con una cierta emoción (tampoco demasiado no creáis) son muy pocos, no creo que haya más de cinco, mientras que en la mansión de los Fantasmas había un montón. De todas formas esto tampoco lo encuentro muy malo, pues al final cansaba un poco.
El Rey Arturo y sus Caballeros, junto sus amuletos y pergaminos
Los Caballeros intentan cruzar el molino, uno de los pocos momentos algo originales
En resumen, un juego flojo con buenos detalles pero con un planteamiento poco trabajado.
De todas formas, estos días en los que mi pequeñajo tiene ya casi 5 años, le estoy sacando estos juegos y le enseño a jugar. La verdad es que el juego le encanta y se lo pasa muy bien en los enfrentamientos, los movimientos van muy bien para que vaya aprendiendo a contar, a leer un dado y avanzar casillas por un tablero.
Hasta aquí la reseña, espero que os hayáis divertido y hasta otra.
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