DreadFleet, lo último de Games Workshop.

Mi última adquisición, también a sido la más alta, económicamente hablando, que he realizado nunca en un juego de mesa, noventa euros en un solo articulo.
Cierto, es que desafortunadamente cada vez, estamos más acostumbrados a ver estos precios en los juegos que nos ofrecen un montón de material, como Mansiones de la Locura, RuneWars, La Herejía de Horus y unos cuantos más.
Pero lo importante, no es la cantidad, sino, vale ¿realmente el juego ese precio?, ¿o por lo menos lo justifica con suficiente material.?
Vamos a verlo...

Cada vez, estamos más acostumbrados a ver aparecer en el mercado, juegos que vienen marcados con unos precios, que a las primeras de cambio, nos echan para atrás, Mansiones de la Locura, Herejia de Horus, RuneWars, Descent, Batallas de Poniente, por poner solo unos cuantos, tienen unos precios que oscilan entre los 60 y 90 euros.

DreadFleet, es el último juego independiente de la famosa GamesWorkshop publicado desde el ya lejano Mordheim o BattleFleet Ghotic, para finales de los 90, principios del 2000.

Personalmente, al igual que muchos otros seguidores, siempre he creido, que los juegos de especialista, son los más interesantes del catalogo de GW, que tiene a Warhammer Fantasy, El Señor de los Anillos y sobretodo Warhammer 40k, entre su maquinaria pesada de producir dinero.
BattleFleet Ghotic o el fantástico BloodBowl, son en mi opinion personal, mucho mejor juegos que los citados, aunque no les reporte a la empresa, las cantidades de dinero de los anteriores.

Pero vamos a lo importante, ¿está este DreadFleet preparado para entra en el Valhala de los juegos de especialista de GW,  ofreciendo entretenimiento y diversión?
Mi respuesta és si, rotundamente, estamos frente a otro clásico de la GW tradicional, que en el pasado nos ofreció grandes juegos.

LAS MECANICAS

Siguiendo unas mecánicas básicas y que no ofrecen nada nuevo, pues ya las habíamos visto en anteriores juegos de la marca, sobretodo BattleFleet Ghotic, este DreadFleet, tiene suficiente personalidad, como para destacar en si mismo.

Y es, que al igual que los directores de cine o escritores, GW, sabe perfectamente que tipo de estrategia les funciona y siguiendo unas reglas maestras, ofrece sutiles alicientes, mejorando un planteamiento ya utilizado en otros juegos, lo reviste y adorna con fantásticas miniaturas, que lo convierten en una pieza de coleccionismo puro y duro.

Moveremos nuestros barcos individualmente (al estilo Wings of War), usando una regla para medir las distancias, teniendo en cuenta el viento y nuestras velas,  dispararemos, realizaremos abordajes, envestiremos navíos enemigos, realizaremos maniobras complejas, todo eso mediante unos atributos específicos del barco que utilizamos en nuestra aventura, junto con las ya clásicas tiradas de dados, basándonos en las habilidades del navío.

EL MATERIAL

Nada más ver la caja, podemos observar, como esta esta fantásticamente ilustrada y fabricada con cartón duro barnizado y de unas dimensiones al estilo de la Guerra del Anillo.
La caja pesa lo suficiente y eso, después de habernos gastado 90 euros nos gusta. Nos disponemos a abrirla y nos encontramos con otra grata sorpresa,  esta no contiene aire, esta repleta de chucherías y no hay espacio para nada más.

Nos encontramos un montón de matrices con los barcos y escenografía, pffff, que cantidad de trabajo para pintar todo eso.

Y es que eso hay que tenerlo claro, estamos ante un juego de GW, y como es costumbre de la marca, el pintado de las minis, es algo esencial y muy importante, pues gran parte de la gracia, reside en al capacidad de cada uno, de pintar los barcos y dejarlo perfectos, para poder babear, viendolos todos formados sobre el excelente tapete que hace de océano.

Si no te gusta pintar o no sabes, quizás es un juego que debieras dejarlo de lado y buscar otras alternativas, pues seguramente pierda mucho encanto.
El tapete que hace de océano, es excelente, de lo mejor que he visto, el agua esta perfectamente simulada, incluso podemos apreciar naufragios en las profundidades de una aguas turquesas.

Las cartas que representan a nuestros navíos y sus capitanes, estan muy bien ilustradas, quizas un poco justas de tamaño, pero teniendo en cuenta que a su alrededor, tenemos que ir poniendoles las cartas de daño y otras (al estilo del Furia de Dracula), supongo que el tamaño és el adecuado para ahorrar espacio, para un juego que ya de por si, presenta unas dimensiones gigantescas.




En resumen, estamos frente a otro acierto de GW, que si bien es cierto, que no se han estrujado demasiado el cerebro en el apartado de las mecánicas del juego,  estas funcionan perfectamente y construyen un juego divertido ameno y excelente.
Un juego que seguramente se convertirá en un clásico y que dentro de unos meses u años, será buscado y altamente cotizado, por los coleccionistas.

Volviendo a la pregunta inicial, vale el precio que piden por el ?, eso la verdad es que es muy relativo.
Si lo miramos en términos estrictamente de producción y tenemos en cuenta, con que precios suelen moverse los chicos de GW, yo diría que el juego esta bien de precio, la cantidad de componentes que lleva en el interior y la calidad de los mismos, que repito que és altísimo, supongo que lo justifica más o menos.

Si lo analizamos en términos subjetivos, pues dependerá del gusto de cada uno y el uso que le de. Si el juego, me entretiene y me gusta, considero que el precio que he pagado por todo el conjunto es correcto.
Por ejemplo, yo he comprado juegos mucho más baratos, que luego no me han gustado o al abrir la caja me he llevado una decepción, en mi opinión hay juegos de 25 euros, que son mucho más caros que este DreadFleet, y no voy a poner nombres, para no disgustar a nadie, pues cada uno tiene sus gustos.

PUNTUACION FINAL 9/10

PD. Ahora empieza el curro de verdad, esta semana he empezado a pintar el Barco insignia del bando del Imperio, concretamente el HendelHammer. Tal y como prometí, realizaré un tutorial con fotografías en la sección de minis, de este blog.