Retro-Reseña, El Tunel del Tiempo de FEBERJUEGOS.

Muchos me lo habías pedido, y finalmente aquí esta, el juego que completa, el poker de Ases, de los mejores juegos, que diseño Feber en los años 80.
Este Túnel del Tiempo, junto con El Enigma de la Pirámide, La Mansión de los Fantasmas y El Pergamino Secreto, fueron los abanderados de una época.
¿Quieres adentrarte..., nunca mejor dicho, en el túnel de tiempo y recordar los años 80?, prepárate pues, para visitar todas las épocas de la historia.




HISTORIA

El túnel del tiempo, es otro de los juegos más buscados del panorama nacional, junto con La Mansión de los Fantasmas de Feber, Marco Polo de Cefa y otras tantos, que hace años, que no aparecen por subastas, y cuando lo hacen, no bajan de los 300 euros.

Para mi, El Túnel del Tiempo, es uno de los que forman el grupo que llamo, "El Poker de Ases" de Feber, junto al citado Mansión de los Fantasmas, El Pergamino Secreto, y el mejor de todos (para mi gusto) El
Enigma de la Pirámide.

En este mismo blog, podéis encontrar las reseñas, de estos Poker de Ases.

COMPONENTES

El juego viene cargado de componentes, cosa que no deja de sorprender, vistos los estándares de la época, de todas formas, los chicos de Feber, nos hacen un poco de trampas, pues algunas de las figuras, son las mismas que podemos encontrar en otros juegos de la marca. (sobretodo los superutilizados astronautas/buzos/viajeros del tiempo). :D

Hay bastantes y de calidad aceptable, teniendo de nuevo, en cuenta la época.
Son todos de goma flexible, no de plástico rígido, al estilo del Enigma de la Pirámide.

Sin duda, lo más llamativo del juego, es el tablero que va cambiando, cada vez que saltamos de época, como si de las páginas de un libro se tratase. Se trata de un sistema curioso, original y que sorprendentemente, creo que no se ha vuelto a utilizar en ningún otro juego.

La otra pieza curiosa, no es otra que la máquina del Tiempo, que viene con una palanca que movemos y nos marca, no solo el movimiento, sino la época en al que debemos viajar.

De momento, los chicos de Feber, nos sorprenden con una originalidad que no se había visto, ni se ha vuelto ver.

MECÁNICAS

La mecánica del juego, es muy sencilla, como no podia ser de otra forma, pues se trata de un juego dirigido a plateas, juveniles/infantiles, pero con aspectos llamativos, originales que hacen que el juego funcione bien, incluso en la actualidad.

Ha grandes rasgos se trata, de mover nuestra nave a través de la zona exterior del tablero, como si de un monopoly se tratase, pero con la diferencia, que las opciones de las casillas, cambian cada vez que saltamos de época.

En estas casillas, dispuestas como si de un juego de la oca se tratase, nos vamos encontrando ordenes, como perder un turno, coger unas cartas de video-mensaje, (que funcionan como elementos sorpresa que pueden beneficiarnos o perjudicarnos, sobretodo a base de darnos puntos negativos), y entre otras opciones, los famosos saltos en el tiempo y los desafíos temporales.

Los saltos en el tiempo, como podéis imaginar, se trata de darle a la palanca de la máquina, y dirigirnos a la epoca marcada, para continuar dando vueltas por el tablero, hasta conseguir caer en una casilla de desafío.
Hay varias repartidas a lo largo de la ruta, por lo que no es extraño caer en alguna, lo que se agradece, para no hacer pesado el juego.

Llegados a este punto, si disponemos de una tarjeta de pasaporte, en la que se incluya la epoca en la que nos encontramos, tendremos derecho a participar en unos minijuegos.

Al principio del juego, tenemos en nuestra mano, 3 de estos pasaportes y a medida que vayamos ganando desafíos temporales, las vamos cambiando.

LOS MINIJUEGOS.

Hay un minijuego por época, y se trata de sencillas contiendas, en el que el factor dado, es muy importante.

Lo cierto, es que aun siendo sencillos, cumplen bien el cometido y generan cierto grado de tensión (sobretodo las persecuciones), que aumentan si jugamos con niños.

Si ganamos el minijuego, tendremos derecho a coger una carta de crónica de la epoca, que nos dará una serie de puntos al azar, dependiendo de la carta de crónica que hayamos recogido.

A partir de aquí, decir que el objetivo del juego es modulable, es decir, se trata de conseguir una serie de puntos, el estandar són 100 puntos, pero es recomendable acortarlo a 50-70 puntos, para evitar que el juego de sintomas de desgaste y empezemos a cansarnos.

RESUMEN

A grandes rasgos, como habéis podido leer, se trata de ir saltando de época en epoca, para conseguir participar en en los minijuegos, para hacernos con cartas de crónica e ir acumulando los puntos que nos ofrezcan.

Hay muchos handicaps para conseguir eso, sobretodo los nombrados video-mensajes, que suelen nudrirnos, de puntos negativos.

Hay efectos que hacen que perdamos cartas de crónica, las robemos de otro jugador o nos las roben a nosotros, no pasemos vídeo-mensajes negativos de un jugador a otro,  o nos obligen a dejar cartas de crónicas encima del tablero, a riesgo de que otro jugador se quede con ellas.

Como veis, existen un cierto puteo y un minimo grado de estrategia, para planear los saltos, teniendo en cuenta los pasaportes limitados que tenemos (aunque cogemos de nuevos),  teniendo en cuenta, que cosiguiendo un numero concreto de pasaportes de la misma epoca, estos no nos los pueden coger.



VALORACIÓN FINAL


Creo que se trata, de un muy buen juego, bien estructurado, pensado y muy divertido. El paso del tiempo y la originalidad de determinadas mecánicas, se resienten en la actualidad, pero aún así creo que el juego soporta bien y haría enrojecer a más de un Eurogame actual.

Como la mayoria de juegos de Feber, sirven excelentemente de introducción ha este mundillo, para los mas pequeños, he jugado con un niño de 7 años, y se lo ha pasado bomba, sobretodo en los desafíos de la época prehistórica (escapar de un dinosaurio), o la época contemporánea (ser el último en abandonar el instituto).

El juego, es muy atractivo visualmente y los componentes aportan ese punto extra, sobretodo el tablero y la famosa maquina del tiempo, que lo convierten en un clásico intemporal y en una pieza de culto, buscado por los coleccionistas.